
En la Paz de Cateau-Cambrésis de 1559, Francia reconoció la supremacía hispánica, los intereses españoles en Italia se vieron favorecidos y se pactó el matrimonio con Isabel de Valois. Los problemas continuaron a partir de 1568 por el apoyo a los rebeldes flamencos de los hugonotes franceses.
Al término de las guerras italianas en 1559, la Casa de Austria había conseguido asentarse como la primera potencia mundial, en detrimento de Francia. Los estados de Italia, que durante la Edad Media y el Renacimiento habían acumulado un poder desproporcionado a su pequeño tamaño, vieron reducido su peso político y militar al de potencias secundarias, desapareciendo algunos de ellos.
En 1582 Álvaro de Bazán, el mejor marinero de la época, derrota a una escuadra de Corsarios franceses en la Batalla de la Isla Terceira, en la que se emplearon por primera vez en la historia fuerzas de infantería de tierra para la ocupación de playa, barcos y terreno, lo que se considera como «el nacimiento de la Infantería de Marina»
En 1590, aprovechando la muerte del cardenal de Borbón, rey de Francia por la Liga Católica, Felipe II intervino en las Guerras de religión de Francia contra Enrique IV. En los Estados Generales de 1593 convocados por el Duque de Mayene, como Lugarteniente General rival a Enrique IV, denegaron reconocer a Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, como reina de Francia, lo que aprovechó Enrique IV para convertirse al catolicismo.La posición y esperanzas de Felipe II se desvanecieron hasta llegar a la Paz de Vervins (1598), en la que se restablecía la paz de Cateau-Cambrésis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario