martes, 1 de marzo de 2011

Musa ibn Nusair

Abu Abd ar-Rahman Musa ibn Nusayr ibn Abd ar-Rahman Zayd al-Lajmi (en árabe,أبوعبد الرحمن موسى بن نصير بن عبد الرحمن زيد اللخمي), llamado Muza en la tradición española, fue un caudillo militar musulmán yemení, gobernador y general de los Omeyas (640–716) en el norte de África. A la edad de 71 años participó en la invasión musulmana de la Península, según la historiografía tradicionalmente admitida, basada en crónicas bereberes de los siglos X y XI.
En 698 se convirtió en virrey del Norte de África, y fue el encargado de poner fin a una rebelión bereber. Tuvo que combatir los ataques de la armada bizantina y construyó una fuerza naval que conquistaría las islas de Ibiza, Mallorca y Menorca.
En Hispania los visigodos se hallaban inmersos en una lucha interna disputando por el trono que pretendían Agila II (el hijo del anterior rey, Witiza) y Rodrigo. Éste fue electo gracias al apoyo de la mayor parte de la aristocracia visigoda, por lo que los partidarios de Agila solicitaron la ayuda de Musa ibn Nusair, a través de Don Julián, gobernador de Ceuta o quizás (menos probable) de Tánger, para oponerse por las armas a este hecho. Musa envió a Tariq Ibn Ziyad, que desembarcó en Gibraltar el 30 de abril de 711, al frente de 7.000 hombres. Tariq derrotó a Rodrigo en la Batalla de Guadalete y avanzó rápidamente por el territorio peninsular.
En 712 Musa, acompañado por su hijo Abd al-Aziz ibn Mussa y con un ejército de 18.000 hombres, cruzó el Estrecho y procedió a la conquista del resto del territorio visigodo. Ocupó Medina-Sidonia, Carmona y Sevilla y, seguidamente, atacó Mérida poniendo sitio a la ciudad que resistió un año (30 de junio del 713). Desde Mérida, Musa, se dirigió a Toledo.
En 714 Musa y Tariq tomaron Zaragoza y avanzaron hacia Lérida. Llamados a Damasco, ambos invasores se separaron y Musa se dirigió a Asturias para tomar León, Astorga y Zamora y llegar hasta Lugo.
A su regreso a Sevilla, Musa fue llamado a Damasco por el nuevo califa Suleimán I para rendir cuentas. Antes de partir, como si de bienes propios se tratasen en vez de ser de la comunidad islámica, Musa repartió el gobierno de los diferentes territorios que administraba entre sus hijos: Abd al-Aziz como gobernador de al-Ándalus; Abd al-Malik (también llamado Marwan), de Ceuta y Abd Allah, que era el mayor, de Ifriquiya.
Ya en Damasco, Suleiman condenó a muerte a Musa por el delito reincidente de malversación. La pena se le conmutó por el pago de una considerable suma, pero no se le permitió regresar a al-Ándalus. Poco después fue asesinado en una mezquita de Damasco, hacia el año 716, algunas fuentes afirman que hacia el 718.

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